Observación (CEACR) - Adopción: 2024, Publicación: 113ª reunión CIT (2025)

Convenio sobre la política del empleo, 1964 (núm. 122) - Sudán (Ratificación : 1970)

Seguimiento de las conclusiones de la Comisión de Aplicación de Normas (Conferencia Internacional del Trabajo, 106.ª reunión, junio de 2017)

La Comisión recuerda que la Comisión de Aplicación de Normas de la Conferencia (en adelante Comisión de la Conferencia), en su 106.ª reunión, celebrada en junio de 2017, tomó nota de la persistencia de una elevada tasa de desempleo y subempleo en el país, que afecta principalmente a las personas en situación de vulnerabilidad, las mujeres y los jóvenes. En sus conclusiones, la Comisión de la Conferencia pidió al Gobierno del Sudán que elaborara una estrategia coherente, en el marco de la política nacional, para promover el pleno empleo, productivo y libremente elegido con la participación de las organizaciones de empleadores y de trabajadores más representativas. Asimismo, pidió al Gobierno que continuara recurriendo a la asistencia técnica de la OIT con el fin de reforzar las capacidades de los representantes de los empleadores y de los trabajadores en la materia. Por último, la Comisión de la Conferencia también invitó al Gobierno a recurrir a la asistencia técnica de la OIT para aplicar las conclusiones anteriores y lograr el pleno empleo, productivo y libremente elegido. La Comisión toma nota de que en 2023 estalló un conflicto armado en el país entre las Fuerzas Armadas Sudanesas y las Fuerzas de Apoyo Rápido, que aún continúa. Si bien reconoce la complejidad de la situación imperante debido a la presencia de grupos armados y la existencia de un conflicto armado en el país, la Comisión confía en que el Gobierno haga todo lo posible para que el objetivo de garantizar el pleno empleo, productivo y libremente elegido forme parte integrante de su visión estratégica para el futuro sostenible del país. A este respecto, la Comisión desea destacar el valor añadido de la Recomendación sobre el empleo y el trabajo decente para la paz y la resiliencia, 2017 (núm. 205), en la que se hace hincapié en la importancia del empleo para posibilitar la recuperación y potenciar la resiliencia, y se proporcionan orientaciones sobre la generación de empleo y trabajo decente para promover la paz y la resiliencia en situaciones de crisis provocadas por los conflictos y los desastres. Al tiempo que destaca cuestiones como la igualdad de género, el diálogo social, la creación de empresas sostenibles y sistemas sólidos de protección social, la Recomendación núm. 205 se centra en abordar las causas profundas de la fragilidad y adoptar medidas preventivas.

Artículos 1, 2 y 3 del Convenio. Formulación de una política de empleo y coordinación con las actividades encaminadas a reducir la pobreza. Consulta con los interlocutores sociales. La Comisión se remite a sus comentarios anteriores en los que tomaba nota de la indicación del Gobierno según la cual se había elaborado una hoja de ruta para la aplicación de la política nacional de empleo. Un grupo de trabajo de 35 miembros del Alto Comité Consultivo tripartito para la política nacional del empleo se encargó de formular la política, de conformidad con la Decisión núm. 33, de 28 de agosto de 2014, del Ministro de Trabajo y Reforma Administrativa. El Alto Comité Consultivo llevó a cabo su labor a través de comités especializados y grupos de trabajo, con el apoyo de expertos internacionales. El 15 de noviembre de 2017, el Alto Comité Consultivo aprobó la versión final de la política. La Comisión recuerda que la política se presentó al departamento competente del Consejo de Ministros el 25 de septiembre de 2018 y debía volver a presentarse al Consejo de Ministros para su aprobación. Se creó un comité directivo en virtud de la Decisión Administrativa núm. 16, de 2020, para supervisar la finalización del proceso de modernización. La labor encaminada a elaborar la política ha abarcado un análisis de la situación social, económica y política a través de diversas iniciativas, como una encuesta rápida de población activa, un estudio en profundidad de las políticas crediticias y del Banco Central, un análisis detenido de las políticas presupuestarias y monetarias relacionadas con el empleo y una encuesta de panel. El Gobierno indica que los resultados de estos análisis se comunicarán a los interlocutores sociales, las partes interesadas y todas las partes concernidas para llegar a una política nacional de empleo revisada y actualizada que aborde las prioridades, como la oferta de oportunidades de trabajo decente para los jóvenes y las mujeres. Con esta política se pretende mejorar el mercado de trabajo, haciéndolo más dinámico y promoviendo al mismo tiempo la coordinación de las instituciones tanto a nivel central como entre estados. Sin embargo, el Gobierno señala que aún no se ha adoptado la política nacional de empleo —actualmente se está examinando un proyecto de política nacional de empleo—. En relación con el artículo 3 del Convenio sobre las consultas a los representantes de las personas interesadas en las políticas de empleo, el Gobierno indica que ha creado el comité directivo, que incluye a representantes de las organizaciones de empleadores, de trabajadores y de la sociedad civil, así como a investigadores y estudiosos. Añade que se ha fomentado el diálogo social a través de las reuniones del comité directivo y mediante un comité técnico, que da seguimiento al proceso de examen y actualización del proyecto de política de empleo, reforzando el principio del diálogo social. Además, el Gobierno indica que en estos momentos está tratando de aplicar medidas para facilitar la transición de la economía informal a la economía formal. La Comisión toma nota de que el Gobierno solicita el apoyo de la OIT para revisar y actualizar la política nacional de empleo. La Comisión lamenta tomar nota de que el proceso de formulación y adopción de la política aún no haya concluido. La Comisión subraya que las políticas de empleo son cruciales para un desarrollo económico y social nacional sostenible y para abordar problemas, tales como el elevado desempleo y subempleo, sobre todo entre las mujeres y los jóvenes; la pobreza, especialmente en las zonas rurales, y el aumento de la desigualdad; la inadecuación de las calificaciones; el elevado número de refugiados y desplazados internos, que añade presión sobre el mercado de trabajo y los servicios sociales, y la destrucción de infraestructuras esenciales, como carreteras, fábricas y terrenos agrícolas. Habida cuenta de que el proceso de formulación de la política nacional de empleo se inició en 2014, la Comisión espera que el Gobierno pueda indicar los progresos realizados a este respecto en un futuro muy próximo y le pide que proporcione información detallada y actualizada en la materia en su próxima memoria, de conformidad con las recomendaciones formuladas por la Comisión de la Conferencia en 2017, y que transmita un ejemplar de la política, una vez adoptada. Asimismo, la Comisión pide al Gobierno que siga comunicando información detallada sobre las consultas celebradas con los interlocutores sociales en relación con la formulación y aplicación de una política activa de empleo, y que aporte información sobre las consultas con los representantes de las personas interesadas en las medidas que se adopten, como las mujeres, los jóvenes y las personas que trabajan en las zonas rurales y en la economía informal. Además, al tiempo que toma nota de que la informalidad sigue siendo un problema considerable en el mercado de trabajo del Sudán, la Comisión pide al Gobierno que indique la forma en que la política de empleo aborda esta cuestión, teniendo en cuenta las elevadas tasas de informalidad que prevalecen en el sector privado, el hecho de que muchos trabajadores del Sudán tienen un empleo informal precario, ya que una gran proporción de ellos trabajan solo de forma irregular por bajos ingresos, soportando largas jornadas y condiciones de trabajo inseguras e insalubres, y que el empleo se concentra en gran medida en microempresas, las cuales a menudo carecen de los recursos necesarios para ofrecer condiciones de empleo formales (ILOSTAT, Estadísticas sobre la economía informal). En este sentido, la Comisión subraya la importancia de garantizar un marco estratégico de políticas destinado a construir pasarelas para la transición de la economía informal a la formal, tal como se refleja en la Recomendación sobre la transición de la economía informal a la economía formal, 2015 (núm. 204). La Recomendación se basa en el reconocimiento de que la economía informal representa un gran obstáculo para el desarrollo sostenible y se caracteriza por la negación de los derechos en el trabajo, la insuficiencia de oportunidades de empleo de calidad, una protección social inadecuada y una baja productividad. En ella se establece una visión dinámica para su aplicación con éxito a través de la integración de marcos nacionales de políticas de los que las políticas de empleo representan una parte central.

Artículo 2. Recopilación y utilización de datos sobre el mercado de trabajo. Tendencias del empleo. En referencia al artículo 2 del Convenio, el Gobierno indica que la política nacional de empleo incluirá un plan de acción prioritario de dos años con un marco de evaluación y seguimiento. Con el fin de estudiar y evaluar la evolución del mercado de trabajo nacional y desarrollar políticas laborales, el Gobierno ha emprendido diversas encuestas para recopilar y difundir datos. También se ha realizado una encuesta para evaluar el impacto de la pandemia de COVID-19 en el Sudán, como parte de los esfuerzos para elaborar el proyecto de política nacional de empleo. Además, se ha realizado una encuesta de panel sobre el mercado de trabajo sudanés que abarca los años 2021 y 2022. Si bien la Comisión toma nota de las encuestas mencionadas por el Gobierno, observa que no se han incluido datos estadísticos en la memoria. Al tiempo que subraya la importancia de la recopilación y el análisis de datos como componente central del diseño y la aplicación de políticas, la Comisión alienta firmemente al Gobierno a recopilar y procesar debidamente los datos relacionados con el mercado de trabajo y a proporcionar en su próxima memoria datos estadísticos actualizados, lo más desglosados posible, sobre la situación y las tendencias del empleo, el desempleo y el subempleo visible, en las economías formal e informal.